... era el día d, a la hora h. Llevábamos dos años entrenándonos en diferentes campos aquí en los Estados Unidos. Teníamos mucha ilusión por ir a Europa, la vieja y gloriosa Europa que estaba siendo arrasada por los nazis. Yo por entonces apenas tenía 17 años, y no son los años de ahora. No teníamos Ipod's ni portátiles, ni demás pamplinas. Entonces con 12 años eras un hombre y tenías las responsabilidades que te iban correspondiendo. A todos nos tocó defender nuestro país y la paz mundial.
Todos gritamos: "Cinco, listo", "Cuatro, listo", "Tres, listo", "Dos, listo", "Uno, listo" ...
Éramos la aerotransportada de los Estados Unidos de América, y nuestra misión era la de acabar con las defensas nazis y permitir que la marina desembarcase. Debíamos destruir los cañones allí instalados.
Sólo os puedo decir, que en aquel momento justo antes de saltar desde el avión, comenzamos a oir cañonazos y a sentir en nuestras propias carnes lo que en realidad era la guerra. Una bala atravesó el casco del avión y se adentró en el pecho de mi compañero, iba justo delante de mi. Aún tengo en la mente ese olor a orines que apenas duró unos minutos, pero que lo llevo grabado en la mente para lo que me queda de vida.
Bueno niños, es suficiente por hoy, es muy tarde y mañana tenéis colegio.
...
- "abuelo, cuéntanos como ganaste la guerra"
- no niños, no ganamos ninguna guerra. sólo defendimos la paz. No hay nada que ganar mediante la fuerza, sólo hay que asegurar que todo el mundo pueda vivir en paz.
Soldado, debe saltar!!!
Por
okset
lunes, 10 de agosto de 2009
Etiquetas: Historias
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