Humedad



Estoy a la espera mirando tus labios, sus movimientos, ahora los mojas ... no puedo resistir más, me pegaría a ellos fijamente, saboreando cada milímetro de carmín. Con esa ilusión miro cada noche por si te veo, allá donde vas pienso en poder llegar. Sigo tus pisadas sobre la arena, me agacho y miro fijamente cada una de ellas. Poco a poco, los granos de arena van cayendo, debido a la humedad que provocas. Destrozándolos con mis pies incontrolados, caigo de rodillas mirando a la luna suplicando encontrarte algún día. Quedo afligido ante el poder lunar, mirándola fijamente, imagino una luna enrojecida abducida por el planeta martes. El fuerte oleaje me tumba una y otra vez, a duras penas me levanto sin poder seguir mucho mas, ya casi no hago pie. No controlo esa atracción, como el yin yan, me das y me acortas la vida día a día, hora tras hora, minuto a minutos, sin control del tiempo absoluto, perdiendo todos los sentidos ya casi no puedo ver mas allá de tu sombra, aún puedo notar si las temperaturas bajan, si la humedad me acecha, se que estas ahí, no puedo oler, no puedo ver, pero se que eres tu. Es la sensación que siempre has provocado en mi, humedad constante ... atracción marciana reflejada en tu cabello, largo, fino, intenso, deja ver tus labios de los que no puedo separar mi mirada. Quizás algún día, quizás en algún momento, nos alinearemos juntos en un eclipse total de nuestros cuerpos, unidos de principio a fin, siendo sólo uno, miles de milímetros de desenfreno sensorial. Quizás ... esa humedad se seque con el tiempo.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores