División: Cap. 1, Detrás del muro



(Albert) - Hola, estás ahí?
(Nadine) - Si, pero habla bajo, hoy los guardas están más atentos que nunca. Algo está pasando.
(Albert) - Ya escuché en las noticias. ¿Estas sentada?
(Nadine) - Si, como siempre. De espalda al muro. ¿Y tú?
(Albert) - Claro, desde que llegué. ¿Qué me has traído hoy?
(Nadine) - Bueno, es una sorpresa, te la daré mas tarde.
(Albert) - No empieces, dímelo ya.
(Nadine) - Tendrás que esperar.
(Albert) - Pues al menos dime que llevas puesto.
(Nadine) - Llevo un calcetín de cada color.

- Risas a uno y otro lado.

(Albert) - Yo he roto uno, me sobresale el dedo gordo.
(Nadine) - No puedo creerlo, devuélvemelo y lo coseré.
(Albert) - De acuerdo, espera. Una, dos y tres. Ahí va!!!
(Nadine) - Lo tengo.
(Albert) - ¿Sabes qué? Muchas veces he imaginado como sería nuestro encuentro, y no sabría que haría.
(Nadine) - ¿No sabrías? Yo te besaría.
(Albert) - Si, pero nos conocemos de oídas, apenas tengo un par de fotos tuyas.
(Nadine) - ¿Nunca has conocido a nadie, y de repente da la sensación de que lo conoces de toda la vida?
(Albert) - Si, podría ser parecido.Te besaría según te viese. Te abrazaría con todas mis fuerzas.
(Nadine) - Creo que me daría vergüenza.

- Silencio

(Nadine) - ¿A qué hueles?
(Albert) - Acabo de comer una tarta de arándanos.
(Nadine) - Nunca he probado una tarta así.
(Albert) - Puedo traerte alguna, pero con el golpe, seguro que queda hecha trizas.
(Nadine) - Seguramente. Pero tráeme un trozo pequeño, quiero probarla.
(Albert) - Está bien, creo que queda algo de lo que mi madre me envió.
(Nadine) - ¿Qué cocinarías para mi?
(Albert) - No soy muy hábil en la cocina, creo que compraría algo precocinado.
(Nadine) - ¿Nunca haces nada en casa? ¿Todo lo compras fuera?.
(Albert) - No, a veces si cocino pero comidas livianas.
(Nadine) - Albert, me tengo que ir ya. Tengo clase a las 8.
(Albert) - Vale, quedamos a la misma hora.
(Nadine) - Te mando lo que te traje hoy , ¿de acuerdo? ten cuidado, que puede hacerte daño.
(Albert) - ¿Són tus bragas?
(Nadine) - Si, era para que no hiciesen demasiado ruido. Mira dentro.
(Albert) - Son unas llaves.
(Nadine) - Si de mi casa, quiero que las tengas.
(Albert) - {silencio}
(Nadine) - Buenas noches.
(Albert) - Ten cuidado.

Berlín, veinticinco de enero , de mil novecientos ochenta y seis

0 comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores