Dime tus coordenadas






No se por donde empezar, tanto espacio por recorrer, mi imaginación ... demasiado oxígeno en mi cerebro. ¿Qué puedo hacer? Me siento en la cama, me tumbo, ahueco la almohada, giro a un lado y hacia el otro, poca abajo, miro hacia arriba y finalmente respiro.

Es un extraño placer, alivio, piel enrojecida, vello levantado, pero pleno placer. Brazos estirados, noto una sintonía como nunca antes lo había hecho, cerrando los ojos puedo imaginar lo que quiera, nubes, olas, o incluso la luna y el sol, armoniosos en plena aurora boreal. No entiendo mucho de biología, pero creo que sería indescriptible científicamente, necesito azúcar, me apetece mucho mucho azucar, caramelos gelatinosos, regaliz, y una manzana con caramelo, la parto en trozos ... es uno de esos momentos en que tus sentidos se pierden entre ellos, sintiendo un gran placer sin saber muy bien ni qué, ni como, pero si cuando y donde. Labios rojos, y azucar desperdigada por toda la habitación, pero algo destaca, una hilera de pequeñísimos cubos de azucar mezclada, morena y blanca, montículos de azúcar con una diminuta cereza en la cúspide. ¿Dónde estás? Espérame.

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